HABLANDO A SOLAS

Me paso horas hablando conmigo misma.

Y muchos de vosotros imagino que también. A veces incluso aprovechais este espacio solitario,(¿o no tanto?) y aislado del mundanal ruido para ordenar las palabras que se amontonan en la mente en charla incesante.

Boris también lo hace, y lo hace tan bien, que consigue contagiarme.

Dicen que nuestas experiencias mentales son en un gran porcentaje verbales.Que la cabeza de un terrícola se pasa la mayor parte del tiempo hablando. Y que ese monólogo interno es mucho más rico y variado en personas tímidas e inteligentes que las palabras que llegan a pronunciar en voz alta.

Y así es como me imagino yo a Boris. Gracias por abrirte primero, y dejar salir todas estas experiencias verbales. Esas frases que se podían quedar sin vocalizar han encontrado su satélite. Te siento como en tu casa.

Nos gusta hablar, escribir lo que pensamos. Y yo lo defiendo como un gran ejercicio cognitivo.

Me explico.

Todos los días observo extraterrestres de todas clases por estos mundo cibernéticos.  Y por lo visto hay de dos clases, como en toda realidad.

Si la criatura es amistosa u hostíl vendrá determinado por características muy sutiles. Tenemos que suponer quien será amigo o enemigo. Sólo el tiempo nos dice si teniamos razón o estabamos equivocados. La única primera vista es un simple nick.

Y está demostrado que la mente utiliza etiquetas. Es imposible evitarlo. Nombrar las cosas nos ayuda a clasificarlas. A detectar alienígenas .

Tambíen sucede lo contrario. Si a alguien le nombran con un alias equivocado y peyorativo, se tenderá a clasificarlo en el grupo de los malos.

Los bebés también aprenden a agrupar objetos por categorias si saben nombrarlos.

Cuando eramos pequeños coco nos mejoró la capacidad espacial nombrándonos la diferencia entre arriba y abajo.

Cuando seamos viejos meteremos las tijeras en el microondas porque habremos perdido la capacidad para nombrar y categorizar las cosas.

Pero cuidado con las etiquetas, son un arma de doble filo. Hacen que nuestro cerebro tienda a clasificar y olvidar detalles más concretos de cada individuo.

Quizás seamos Heskoria

pero no somos una etiqueta .

Son muy peligrosas Hacen que nuestro cerebro tienda a clasificar y olvidar detalles concretos e imprescindibles de cada uno.

Por eso me gusta tanto leer las reflexiones de Boris.

Porque me preocupa el impacto real de las palabras que leo, pienso, escucho en mi modo selenita de ver las cosas.

 Y prefiero leer para bien, como siempre hace ella.

 Si está estudiado que verbos como saltar, o qué impliquen movimientos ascendentes, pueden llegar a mover verticalmente el ojo. ¿Cómo afectaría otro tipo de expresiones a mi sensibilidad?

El lenguaje ayuda pués a la percepción, a ver la imagen medio escondida. Cómo en esos juegos de tres dimensiones, cuando te dicen lo que hay debajo.

BORIS gracias por mejorar nuestros sistemas visuales. Plasmando pensamientos y sensaciones provenientes de otros sentidos, que te alimenten y alteren al contemplarlos. Palabras que evocan.

Sólo somos un nick y una melodia artificial creada en el ciberespacio. Las palabras formarán los tonos que distingan matices.

Estos soliloquios lanzados al vacio son nuestra voz interior. Y cambiarán la forma en que experimentemos el mundo. El barníz que modifica como razonamos y vemos.

Ya los hombres primitivos, allá abajo en el Planeta Tierra, cuando nombraban cosas les facilitaba distinguir los animales peligrosos, las frutas venenosas.

-----Madita, sacando colmillos en la Luna----