Estuviste a mi lado por casi quince años y hoy, al fin, he tomado la decisión de hacer que duermas,… que descanses,… que te reúnas con tus cachorrillos que se han ido antes que tú y vuelvas a correr,…saltar,… gruñir,… ladrar a los inoportunos… y mostrar todo tu genio, como cuando aún estas sana, como cuando aún te podías mover sin ningún problema.
Tu nombre, se debe a que llegaste a nosotros en un momento que el COMPOSTELA, militaba en primera división y osaba a ganarle al Barça y al Madrid… su jugador estrella… Cris Nusa Ohen, hizo que un amigo, al verte, se le ocurrirá ponerte su nombre y lo hicimos… Nusa.
Por entonces cabías en una caja de zapatos, en la que llegaste a nuestras vidas, en la que ya había cuatro compañeros más de los que tu te erigiste en jefa al poco de llegar… Nos ganaste a todos.
Siento que contigo se cierra una etapa de mi vida… una etapa en la que hubo de todo y por sobre todo muchos y grandes momentos, en los que tu presencia era indispensable.
Como de te comías las olas, con tu gran amigo Lucas, que te recibirá con alegría para comeros toda la arena de aquella playa de Aguiño… Él hace mucho que se fue, unos desaprensivos le dieron a comer carne envenenada y nos dejo prontito, por eso ahora será una gran alegría volver a jugar contigo… se fue siendo casi un cachorro.
Como dejabas en ridículo a nuestra querida Troula, tan grande, tan imponente y que era incapaz de meterse en aquellas aguas de Malpica, viendo como tu, mi NUSA, atacabas una y otra vez aquellas olas, mucho más grandes que las de Aguiño, para deleite de nuestros ojos que veíamos pasmadas como no te asustabas, por muchas vueltas que te dieran las olas.
Como dirigías a todos tus colegís, cada uno de su color, tamaño y raza… casi todos chuchos, palleiros que decimos por aquí, recogidos en el monte… el que fue tu pareja, perro de gran tamaño y mala leche, pero que bebía los vientos por su Nusiña, tan pequeñita… cuesta imaginar como pudisteis cruzaros para tener unos cachorros, como la pipa, con la que jugaste por muchos años… ella también te espera, se adelantó en el viaje hace unos años.
Cuando mi padre emprendió el viaje a Itaca, te traje a la ciudad con mi madre y fuiste su compañera hasta hoy… al principio extrañaste tu antiguo habitat, enseguida te acostumbraste y todo el barrio te quiso, te mimo y hablaba contigo cuando pasaba por nuestra puerta.
Hoy siento que se me va parte de mi vida…
pero tú, perrita meiga, sé que vas a estar mucho mejor…
que volverás a embrujar a todos tus amigos…
que volverás a comerte las olas…
que volverás a reinar.
Nos vemos
Gracias selenitas por poder llorar aquí a mi Nusiña... ya está con los que se fueron antes.
ResponderEliminarMy mother y yo parecemos almas en pena... era irremediable, pero... ¡duele!
pues si julia, son amigos, son presencias en nuestro dia a dia. Solo quien ha perdido uno sabe que que te deja hecho una mierda, si.
ResponderEliminarQuién no ha tenido animales, y en concreto perro, quizás no lo entienda. Pero la alegria y lealtad que trae un animal es dificil de olvidar.
ResponderEliminarQue sepas que me has echo llorar, porque tu perrilla se parece a mi querida Linda. Fijate hasta en el perro tenemos un punto de coincidencia.
Julia lo siento muchísimo, sé lo que es perder a una "compañera", he tenido varias, y se sufre muchísimo. Con el tiempo se hacen parte de tu vida y de ti mismo incluso habrá momentos que te pareczca que está aun contigo.
ResponderEliminarTengo una gatita con quince años. Ya es viejita, aunque apenas se le note, y cada mañana doy gracias cuando la veo ahí, a los pies de mi cama. Temo el día aunque sepa que va a llegar.
Te deseo que este dolor pase pronto y que los recuerdos te sirvan para ir llenando huecos que se han quedado vacíos. Olvidar, nunca, pero la vida debe continuar.
Un abrazo fuerte y todo mi cariño.
Graciñas
ResponderEliminarHoy me siento mejor...