Final de Temporada

Cuando alguien me dice que como es que veo todavia  'Gran Hermano'  me vienen a la cabeza muchas razones.

Hace muchos años que  GH cambió la forma de hacer televisión. Pero, un año más, se ha confirmado que es un formato que tiene cuerda para rato.

El experimento sociológico  sigue vivo, y un año más, después de mas de 100 días de concurso, ya nadie puede decir lo contrario.

Solo hay que repasar los titulares de la prensa para verlo. Se ha comido muchas semanas a "Cuéntame", ha podido hacer sombra a "Aguila Roja". Y solamente el  Debate, que para mí es un subproducto, ha pinchado frente al fútbol de la Champions.
Cuando un formato pervivie como  género televisivo,  cuando todo el mundo conoce  algo de lo que en él va pasando... ¿Quién me puede discutir que no sigue en plena actualidad, lo que en su día  fue una verdadera revolución en  televisión?

Es verdad que cada año los concursantes, en un principio, me generan menor interés porque conocen demasiado como funciona el programa. Este año, en concreto, el casting era verdaderamente lamentable en este sentido..

La naturalidad se ha ido perdiendo un poco.
Puede que  los concursantes hayan ido aprendiendo modos y maneras de comportarse para ganar el favor de la audiencia. O eso creían ellos al entrar, porque los guionistas han conseguido sorprenderles cada día, para que lo que parece que saben no les valga de nada.
Y a los espectadores tampoco. Esa es la magia.
Han tomado decisiones que hacen  posicionarse emocionalmente. A favor o en contra. Para bien o para mal.

Otros programas son los encargados de retransmitir lo que la gente hace, pero la gran pasión de 'Gran Hermano'  es que logra transmitir lo que la gente siente.  Los espectadores seguimos  asistiendo en directo a sentimientos reales. Eso no lo tiene, ni tendrá otro programa de televisión.

No hay miedo de que GH aburra, porque aunque estén viciados los comportamientos, los sentimientos siempre serán la gran baza. Hay momentos en los que se percibe que lo que se está viendo rebosa realidad. Es imposible estar fingiendo durante más de cien días una personalidad. 

Luego vendrán los posados, ese peregrinar de los concursantes de plató en plató vendiendo su vida , etc.. pero eso a mi ya no me importa. 

Yo vivo con intensidad  la enorme generosidad de mostrarse  tal y como son hasta el día que salen. Después sus vidas, ya no son "nuestras".

Otros amigos me dicen que creen que de puertas adentro, el concurso está totalmente guionizado y preparado.Que se fuerzan las cosas hasta la manipulación.

Estos me hacen más gracia todavia, por ingenuos. Yo no pongo la mano en el fuego por nada, obviamente. Pero dudo mucho que sea necesario  decirle a un concursante nada de lo que deba hacer, decir o de cómo deba comportarse. Porque el ser humano, afortunadamenete es imprevisible, vital y fantástico por si mismo. Con buenos ingredientes, y ciertos giros, el cóctel de emociones se hace solo. La realidad supera el mejor guión.
 Dicho lo cual, tampoco niego que solo es un programa de televisión, un espectáculo. Y que nos tienen que dar un buen 'show' sobre esa  realidad.

Pero, yo no solo sigo GH por todo esto, siendo sincera  también lo sigo porque lo presenta Mercedes Milá.

 Mercedes Milá es la perfecta presentadora para esto.  Se lo echa directamente a la espalda. Se lo cree a pies juntillas. Y eso se transmite y engancha.

Por eso, un año más  Gran Hermano ha vivido en mi ordenador.

Por eso lo seguiré defendiendo ante quien me pregunte.

Seguirá vivo en este blog, aunque no se que haré con él, cuando acabe el 24 horas....

Mientras consigan  sorprender a los concursantes, me seguirán enamorando y sorprendiendo a mi.

----Madita, con la cabeza en la Luna y los pies en un charco----