LA FIESTA



Un poco más allá, casi frente al embarcadero, convertido en centro de operaciones de los servicios de emergencia, el guitarreo era sustituido por la música electrónica en una carpa preparada para acoger a un nutrido ramillete de pinchadiscos, dispuestos a dar de bailar hasta altas horas de la madrugada. Ya en la chopera, los más veteranos tarareaban a los clásicos de verbena interpretados por la Orquesta Galeón –«ay corazón bonito, corazón salvaje…»– mientras en la ‘zona autogestionada’, bastión de los zurdos más contestatarios, los chicos del grupo A Mamarla hacían moverse a los jóvenes de cresta, rasta y pendiente.
http://www.elnortedecastilla.es/20130624/local/valladolid/juan-bendice-fresco-abarrotado-201306240056.html

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