: Amaneceres

	Hoy me he vuelto a despertar, así que intuyo que son las siete de la mañana... Apoyo suavemente el pié derecho sobre el suelo, esta frío. Decido ducharme, me doy cuenta que mis gritos podrían despertar a cualquiera que estuviese cerca de mi cuarto de baño. Debería cantar más bajito... Me pongo un jersei que creía haber perdido, hacia tiempo que no lo encontraba. Salgo a la calle, me he vuelto a dejar las gafas de sol en casa... Voy caminando despacio, no tengo prisa por llegar allí donde quiero ir, simplemente disfruto cada paso que doy, con cuidado de no pisar ningún charco, ayer estuvo lloviendo... Saludo al quiosquero y me devuelve el gesto regalándome una de las más bellas sonrisas. Meto las manos en los bolsillos del jersei y toco un pañuelo arrugado, parece haber estado húmedo alguna vez... Al girar la esquina el reflejo en un cristal me impide ver bien por unos momentos, agacho la cabeza y sigo andando. Llego al metro, miro el reloj, faltan 15 segundos para la llegada de éste, podré ir relajado... Momento para escuchar música, me pongo los cascos, un poco gastados ya. Una reproducción aleatoria es mi elección y grata es la sorpresa de escuchar todas las canciones que en ese momento me apetecía escuchar. El metro llega a mi destinación, tendré que ir con cuidado de no tropezar al bajar, ayer con las prisas tropecé, siendo el suelo el único obstáculo capaz de detenerme, pero, ya ni siquiera me duele. Transcurren las horas, veo el sitio un poco cambiado. Había estado rodeado de amarillo pero un dia decidí coger una brocha y trabajar duramente hasta hacer desaparecer aquel color amarillento cansino. Hoy es color salmón el que me rodea. Me gusta el sitio, me gusta el color. Sé que hoy ya no vendrá aquel señor a decirme que abandone el lugar por la puerta trasera, pues ahora saldré por la puerta grande. Llega la hora de volver a casa, ya es de noche. Hago el mismo recorrido, invertido esta vez. Abro la puerta de mi habitación, me había dejado la persiana levantada. Pretendía calentar un poco el lugar, la noche anterior había sido larga y fría... Ceno cómodamente en mi mesa, hacía tiempo que no comía tan bien. Me siento frente a mi ordenador como de costumbre, y pasan la horas... Ya es tarde, debería ir a dormir. Me acuesto en mi cama, hoy no hace frío, cierro los ojos y pronto concilio el sueño... Me despierto, miro el reloj, marca las siete...
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