He tenido rachas que me he cuidado a mí misma, mucho....Y entre estos cuidados incluyo, el ejercicio físico suave: andar por ejemplo, durante una hora a paso rápido, nadar, aqua gim...; comidas ligeras, nada de azúcar, nada de fritos, nada de alcohol...; comida sana: frutas, verduras, pescado o carne a la plancha, nada ( o casi nada) de pan, ni, por supuesto, de salsas....Y, al final, viendo los resultados, me he alegrado...ya no sólo porque me he quedado con el tipo deseado, sino también por ésa satisfacción que te produce el saber que ejercitas tu voluntad y que haces lo que quieres y no sólo lo que te apetece.... Porque, qué duda cabe, que levantarse temprano para ir a nadar, o salir a andar con el frío de finales de Enero, o privarse de mojar el pan en esa salsita tan apetecible...es un verdadero sacrificio, una prueba de voluntad ..que si logras superarla, consigues estar doblemente bien contigo misma, porque, además de quitarte unos kilos de encima y estar estupenda de la muerte, has conseguido demostrarte, que, al menos, en ésto, si quieres..., puedes...pués sólo de tí depende...Y hay que aprovechar en esta vida, esas ocasiones en las que conseguir lo que te propones sólo depende de tu voluntad y tu esfuerzo...que no son tantas como, a veces, nos creemos.... Pués bien, ahora estoy en una etapa, en que ni nado, ni ando, ni hago mis ejercicios en el agua..... Como gominolas, patatas fritas de sobre y de las otras, bebo cerveza, incluso con alcohol, éso sí, de forma moderada, tomo dulces, caseros, bollería industrial, tartitas..., una de merengue con crema de limón, de Mercadona, que está de llorar...: torrijitas, con azucar y canela..., sin contar con el consabido trocito de chocolate negro de después de las comidas....Y, es curioso cómo algo que me hace tan momentáneamente feliz, me pone luego de un mosqueo horroroso, cuando compruebo que cada vez tengo que encogerme más, para que pueda abrocharme los pantalones o subirme la cremallera de la falda...Y lo malo, o lo bueno, claro, en la época de crisis en que estamos, es que no salgo de compras, porque qué me voy a comprar, si ahora, en mi talla, no me cabe nada, y si me lo compro y luego adelgazo...., lo que me compre me "bailará´"....Sin mencionar biquin! is, ni triquinis...que sólo por no verme en el espejo del probador con esas luces tan poco favorecedoras y esa piel tan blanca..., me hace pensar en lo bien que se pasa en la nieve o haciendo turismo cultural... Y así ando..., convenciéndome a mí misma de que otras veces lo he conseguido...y se me han quitado los tres o cuatro kilos de más, acumulados desde Navidad...si bien, esta mañana, en el desayuno, no he podido resistirme a una torrija, que he repetido en la merienda, y que estoy a punto de repetir en cuanto me levante del ordenador...amén de los consabidos aperitivos y cervecitas de fuera de casa, y las tres comidas en toda regla... Y aquí estoy, con ese dilema entre el querer y el apetecer..porque aunque lo parezca, lo uno, no siempre lleva implícito lo otro...Aunque, siempre con la esperanza de que, al final, vencerá el querer sobre el apetecer....porque, entre otras cosas, de lo que estoy completamente segura, hace ya tiempo, es de lo que no quiero... | |
Este post lo podia haber escrito yo.
ResponderEliminarAunque no ha sido el caso.
Es cierto que para adelgazar lo único que funciona es pasar un poco de hambre, privarse de muchas cosas ricas y moverse mas. Quién no teneís este problema, no podeís imaginar lo que cuesta.
Desde Pucela mi apoyo, a ver si dentro de un par de meses podemos celebrar juntas nuestro triunfo.